Podemos leer este cuento con la misma enseñanza.
La liebre y la tortuga en la fiesta
Un día, la liebre fue invitada a una fiesta en el bosque. Mientras corría de un lado a otro organizando todo, vio a la tortuga tranquila, sentada junto a un árbol, mirando el cielo. La liebre, preocupada por los preparativos, le dijo: “¿Por qué no me ayudas? Todo está por hacer, y tú solo te quedas ahí descansando”.
La tortuga le respondió: “A veces, es más importante disfrutar del momento y escuchar lo que sucede a tu alrededor que estar siempre ocupada con tareas”.
La liebre, algo sorprendida, comprendió que, aunque las responsabilidades son importantes, también lo es aprender y estar presente en lo que realmente importa.
Moraleja: A veces, la mejor parte es tomarse un descanso y vivir el momento.

