Jesús, gracias porque Tú siempre me ves y me llamas por mi nombre, como hiciste con Zaqueo. Te abro la puerta para que hoy te quedes en mi corazón y en mi casa. Amén.
Jesús, gracias porque Tú siempre me ves y me llamas por mi nombre, como hiciste con Zaqueo. Te abro la puerta para que hoy te quedes en mi corazón y en mi casa. Amén.